Desde FIGSA conversamos con la Dra. Marcela Miravet para reflexionar sobre salud materno-infantil en el marco del Día Mundial de la Salud.
Desde 1950, el Día Mundial de la Salud se celebra cada 7 de abril para conmemorar la creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948. Esta fecha se ha convertido en una oportunidad clave para sensibilizar y movilizar acciones sobre los principales desafíos en materia de salud global. En este marco, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanza la campaña: “Acelerar la reducción de la mortalidad materna y neonatal en la Región de las Américas”, con el lema: “Comienzos saludables, futuros esperanzadores” revisitando la necesidad de abordar de forma concreta y eficiente las desigualdades persistentes en salud materno-infantil.
Para reflexionar sobre este panorama y las estrategias para enfrentarlo, FIGSA conversa con la valiosa perspectiva de la Dra. Marcela Miravet (MM), reconocida referente en políticas materno-infantiles no solo en la provincia de Córdoba, sino también a nivel nacional y regional. En esta entrevista, su experiencia y visión nos guían hacia soluciones más efectivas, equitativas y sostenibles.
FIGSA: ¿Por qué considerás que la reducción de la mortalidad materna y neonatal continúan siendo una pauta persistente en nuestra región y en nuestro país?
MM: No hay duda de que son una preocupación de la salud pública regional y mundial. Ya el año 2005, la propuesta de la OMS fue muy similar. En ese entonces, el lema fue ¡Cada madre y cada niño contarán! Y fue un llamado a trabajar intensamente por la salud materno infantil, poniendo de relieve las crisis sanitarias invisibles que provocan la muerte de mujeres que dan a luz y de niños pequeños. Hoy, 7 de abril de 2025, a 20 años de esta propuesta, nos enfrentamos al gran desafío de reconocer los errores, fortalecer los aciertos y las experiencias exitosas y convocar a la sociedad a enfrentar mancomunadamente este problema sanitario y social.
MM: La pregunta que les hago yo a ustedes es: ¿podemos hacer un análisis crítico honesto, y enfrentar seriamente este nuevo desafío con estrategias innovadoras y participativas?
FIGSA: A partir de tu experiencia, ¿cuáles políticas e iniciativas para la reducción de la mortalidad materna y neonatal nos han dejado importantes aprendizajes?
MM: Se pueden mencionar muchas estrategias, pero quisiera enfatizar en dos que muestran una forma de hacer en salud, de manera democrática, participativa y que tuvieron impactos positivos en cortos períodos de tiempo en la Provincia de Córdoba.
MM: La Primera es el “Plan estratégico de Reducción de Mortalidad Infantil” que se formuló en el Ministerio de Salud de Córdoba, en el año 2008, y tenía como objetivo principal el logro del ODM (Objetivo de Desarrollo del Milenio) de alcanzar una tasa de mortalidad infantil de 8,5 por mil, es decir, que, de cada mil nacimientos sólo murieran cada año, 8 niños en su primer año de vida. Y la segunda, se vincula con la Salud Materna y su meta específica de reducción de la Mortalidad Materna (MM). Para esto, en Córdoba en el 2007, se desarrolló la “Estrategia Provincial para la reducción de mortalidad materna” con un abordaje integral desde cuatro ejes: Políticas públicas, Promoción de la salud, Servicios de salud, y Vigilancia y análisis de las muertes maternas.
FIGSA: ¿Qué estrategias considerás más efectivas para sensibilizar a gestores públicos y privados sobre la importancia de la salud materno-infantil?
MM: 1) La producción de conocimiento y la difusión de información en salud materna e infantil en tiempo real, que permita incorporar la toma de decisiones basadas en la evidencia y la realidad. Se deben establecer mecanismos que permitan identificar la incorporación de la información y las evidencias a los proyectos de gestión. 2) La convocatoria de participar a los actores sociales involucrados: servicios de salud, equipos de salud, educadores, decisores de todos los niveles, organizaciones de la sociedad civil, familias y representantes de las comunidades. 3) Una mirada colectiva para formular políticas efectivas de salud.
FIGSA: Si pudieras priorizar una política o intervención clave para los próximos cinco años, ¿cuál sería y por qué?
MM: El trabajo en redes y la participación social en salud que implican fortalecer la comunicación social en salud, lograr compromisos institucionales con marcos legales a favor de la salud de madres y niños/as y los derechos en salud.
FIGSA ¿Qué podríamos hacer desde FIGSA para fortalecer la acción colectiva entre gobiernos, comunidades y profesionales de la salud a fin de desarrollar políticas orientadas al público materno-infantil?
MM: Difundir información, evaluar proyectos y políticas, estimular el conocimiento de las diferentes realidades en salud materno infantil, estimular y apoyar la capacitación de personas e instituciones en estrategias innovadoras de abordaje de la salud materno infantil y de desarrollo de redes locales y participación social.
Nuestra amiga e invitada: Marcela Miravet, Doctora en Medicina, neonatóloga, docente universitaria e investigadora, tiene post grados en Salud Pública, Salud Materno Infantil y Salud Internacional, se desempeñó como Directora de Maternidad e Infancia (2008-2013) y como Secretaria de Prevención y Promoción de la Salud del Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba (2013-2017).
Desde sus conocimientos técnicos, ha colaborado con diversas instituciones públicas y privadas, destacando su rol como consultora de OMS/OPS y colaboradora de Unicef. A lo largo de su trayectoria la Dra. Miravet ha dedicado su carrera a la construcción de políticas públicas para abordar problemáticas materno-infantiles de forma integral, equitativa, buscando ampliar el acceso a la salud de las mujeres y sus familias.
Desafíos persistentes: La mortalidad materna y la mortalidad neonatal son indicadores de profundas desigualdades en el acceso a servicios de salud esenciales. La salud materno-infantil es un pilar fundamental para el desarrollo sostenible, ya que cuidar de las madres y las infancias garantiza comunidades más saludables, resilientes y con mayores oportunidades de futuro.
Sin embargo, pese a los avances logrados en las últimas décadas, la mortalidad materna y neonatal siguen siendo problemas persistentes. Las barreras estructurales, como la falta de acceso a cuidados prenatales, la escasez de personal capacitado en partos seguros y las desigualdades socioeconómicas, perpetúan esta situación. Además, factores como la pobreza, la falta de derechos con perspectiva de género y los desafíos de interculturalidad aumentan el riesgo de que estas cifras sigan preocupando a gestores, profesionales y activistas.
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2 Comentarios
Buenos dias. Muy interesante la nota . Tuve la oportunidad de trabajar con la Dra y realmente realizamos un trabajo en red para toda Cba. Fue muy interesante lo logrado no sólo en lo referido a materno infantil sino todo lo que se involucra para una mejora en la salud de las comunidades que permite un mejor desarrollo de las mismas.
Gracias por esta valiosa entrevista y por poner el tema en el centro para iniciar conversaciones. Suscribo a todas las respuestas de la Dra Miravet y me sumo a identificar los desafíos en línea con la nota. Estamos trabajando en la provincia de Buenos Aires para transformar el sistema de vigilancia de las muertes maternas con un enfoque de interseccionalidad, participativo e inclusivo. Hace falta más visibilidad de este tema en la agenda sanitaria